La casa de nuestros vinos artesanales

Donde nuestra tradición familiar cobra vida, y sigue el ciclo

El corazón

La bodega es el corazón de nuestro proyecto familiar. Diseñada para satisfacer las necesidades de nuestra producción de vino tinto limitada, está pensada para garantizar que cada paso en la elaboración del vino mantenga la calidad y esencia que caracteriza a nuestros viñedos. En ella, combinamos tradición y modernidad para continuar elaborando cada botella de manera artesanal, con el mismo cuidado y dedicación que nuestros antepasados. 

Cultivo manual

Nos enorgullece decir que nuestros viñedos se cultivan de manera completamente manual, desde la poda hasta la vendimia. En cada proceso, ponemos el corazón y las manos de nuestra familia para asegurar que la calidad del fruto se mantenga intacta. No utilizamos fertilizantes químicos, apostando por el abono orgánico que enriquece el suelo de forma natural y sostenible. Para proteger nuestras viñas de plagas, empleamos tratamientos tradicionales a base de azufre y sulfato de cobre, respetando el equilibrio del ecosistema que tanto valoramos.

Autenticidad

La zona de vinificación es donde la uva se transforma en vino. Aquí, contamos con el equipo necesario, siempre en su justa medida, para asegurar que el proceso sea manual y respetuoso con el fruto. Desde la despalilladora y la prensa, hasta los depósitos y las bombas, todo está diseñado para facilitar el trabajo, pero sin comprometer el toque humano que define nuestra forma de hacer vino. Cada detalle es supervisado cuidadosamente por nuestro equipo, que se asegura de que el vino artesanal mantenga su autenticidad desde el primer paso de la producción hasta el embotellado final.

Reposar y evolucionar

En la planta subterránea se lleva a cabo la crianza, en un espacio ideal para que el vino vegano repose y evolucione en condiciones óptimas. Las barricas de roble americano y europeo, cuidadosamente seleccionadas, permiten que nuestros vinos adquieran los matices únicos que les otorgan complejidad y carácter. El ambiente subterráneo, con una temperatura constante entre 12 y 18 grados y una humedad controlada del 60%, asegura que tanto la crianza oxidativa en barricas como la reductora en botella se desarrollen en un entorno perfecto.

5000 botellas

A pesar de ser una bodega pequeña, con una producción de apenas 5000 botellas al año de vino Ribera del Duero, hemos creado un espacio que respeta nuestra filosofía de trabajo artesanal. Aquí, cada proceso, desde el prensado hasta el encorchado, es realizado con la atención al detalle que solo una pequeña producción puede ofrecer. Con un diseño funcional y eficiente, nuestra bodega garantiza una correcta ventilación y un flujo de trabajo sencillo, permitiendo que la elaboración de nuestros vinos mantenga su pureza y autenticidad.

Tradición familiar

Nuestra bodega no es solo un lugar donde se produce vino, es donde nuestra tradición familiar cobra vida, y sigue el ciclo. Es un espacio que honra el legado de nuestro abuelo Bernabé, donde seguimos elaborando vino de manera artesanal, cuidando cada botella como si fuera única. Aquí, el tiempo parece detenerse, permitiendo que la pasión y el respeto por el vino se transmitan a cada copa.